Una buena noticia entregó esta semana Australia al Mundo, pues los diablos de Tasmania, o demonio de Tasmania, unos marsupiales desaparecidos hace 3.000 años de la parte continental.
Su reaparición es posible debido a que fueron reintroducidos recientemente en la inmensa isla, una etapa «histórica» de un ambicioso programa de protección de la especie.
La noticia fue revelada a nivel mundial por la asociación Aussie Ark, quien sostuvo que 26 de estos mamíferos carnívoros fueron liberados en un santuario de 400 hectáreas en Barrington Tops, a tres horas y media al norte de Sídney (sureste).
El presidente de Aussie Ark, Tim Faulkner, explicó que esta operación «histórica», realizada en julio y septiembre, es la primera etapa de un programa de conservación ex situ para crear una población preservada, teniendo en cuenta que, en la isla de Tasmania, el diablo sufre un cáncer contagioso.
Tras 16 años de trabajo, que supuso la creación en la Australia continental del mayor programa de cría de diablos, es «increíble» haber llegado hasta aquí, según Faulkner. «Es como un sueño», asegura. «El mayor predador indígena en el continente es el gato tigre de cola moteada que pesa un poco más de un kilo. Traer un animal de este tamaño es algo extraordinario».
El diablo, que puede pesar hasta ocho kilos, caza normalmente otros animales autóctonos o se alimenta de restos de animales muertos.