
Un tigrillo emprendió su viaje hacía la libertad
La liberación de esta ejemplar felina fue realizada por funcionarios de la CDMB en un lugar estratégico del área de jurisdicción de la entidad.
La liberación de esta ejemplar felina fue realizada por funcionarios de la CDMB en un lugar estratégico del área de jurisdicción de la entidad.
Los animales se movieron más lejos durante el periodo de restricciones de movilidad más estricto que tuvo a comienzos de la pandemia del Covid-19, según un estudio internacional en el que han participado investigadoras de la Universidad de Huelva y que pone de manifiesto la influencia de la actividad humana sobre la fauna silvestre.
Los países andino-amazónicos albergan una gran diversidad biológica y cultural que brinda bienes y servicios ambientales, indispensables para las poblaciones locales. Sin embargo, esta se encuentra amenazada por el avance de la frontera agropecuaria, la construcción continua de carreteras, así como por el desarrollo de proyectos extractivos de gran infraestructura y la creciente extracción ilegal y no sostenible de fauna silvestre y madera.
Entre 196 países, Colombia logró el primer puesto en el Global Big Day gracias a que cientos de personas registraron 1.532 especies, superando a Perú, Brasil, Ecuador e India.
La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, durante su participación en la audiencia pública sobre Protección y Bienestar Animal, realizada en el Congreso de la República, señaló que es necesario fortalecer una política integral contra el maltrato animal a nivel nacional, para lo cual se iniciará una estrategia conjunta que pueda articular las diferentes instancias que garanticen la protección de la fauna silvestre.
Entre las especies de fauna más traficadas están las tortugas, iguanas, canarios, loros, guacamayos azul-amarillo y monos araña, tití cabeciblanco y cariblanco.
El tráfico de animales es uno de los negocios ilegales más rentables del mundo, y una importante causa de pérdida de biodiversidad. En el país hay varias especies afectadas por esta problemática.
De acuerdo con la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional, 12.404 individuos de fauna han sido incautados en 2022. El tráfico de fauna acuática o especies silvestres puede dar una pena de entre 5 y 12 años de prisión.
En esta época del año aumenta el consumo de peces y otras especies que, en algunos casos, están amenazadas.
Con éxito se inició en Cartagena la II Conferencia de Alto Nivel de las Américas sobre el Comercio Ilegal de Vida Silvestre.