En un informe divulgado este lunes, ACNUR afirmó que la crisis de refugiados es cada vez más aguda y advirtió de nuevas situaciones de desplazamiento, urgiendo a la comunidad internacional a actuar frente a las carencias y desafíos que enfrentan todas las personas desarraigadas del mundo.
El titular de ACNUR recordó que el reasentamiento constituye un “salvavidas” para quienes corren mayor riego y tienen necesidades específicas.
“Pido a todos los Estados con los medios que intensifiquen y proporcionen compromisos de reasentamiento sostenibles y de varios años para ofrecer seguridad y protección a quienes lo necesitan y compartir la responsabilidad de la comunidad internacional por los refugiados”, apuntó Filippo Grandi.
Según el organismo especializado, el reasentamiento brinda esperanza y protección al ofrecer una solución duradera, además de que alivia la presión sobre los países de acogida y fortalecer un marco de protección más amplio.
No obstante la creciente cantidad de personas que requieren reasentamiento, ACNUR precisó que de unas 116.000 solicitudes presentadas en 2022, sólo 58.457 refugiados pudieron establecerse en nuevas comunidades.
Los grupos más numerosos
Los datos desagregados del informe muestran a Asia como la región con más necesidades para el próximo año, con unos 730.000 refugiados -o el 30% del número global- requiriendo apoyo para reasentarse.
De los grupos nacionales con necesidad de reasentamiento, el estudio identificó en primer lugar a los sirios y en segundo a los afganos, seguidos por los refugiados de Sudán del Sur, Myanmar y la República Democrática del Congo.
Desplazamientos sin precedentes en América
El informe dedica un apartado al continente americano en el que indica que se registran movimientos de población sin precedentes en complejidad y escala.
Detalla que a fines de 2022, los países americanos albergaban a más de 20 millones de refugiados solicitantes de asilo, individuos con necesidad de protección internacional, desplazados internos y apátridas, así como a personas retornadas que enfrentaban necesidades de protección apremiantes.
ACNUR proyecta un incremento del desplazamiento forzado en el continente en vista de que sus causas siguen sin atenderse y, más aún, se acentúa el impacto combinado del deterioro de los contextos de seguridad, el malestar social, la fragilidad de las instituciones, el impacto adverso del cambio climático y las desigualdades profundamente arraigadas.