En el centro de Bogotá, en las instalaciones de la Sede Enlace, del Instituto SINCHI, cerca de 8 científicos trabajan a diario, desde hace más de 20 años, en el Laboratorio de Uso Sostenible de la Biodiversidad de la Amazonia colombiana. Su objetivo es lograr que ingredientes naturales de la Amazonia puedan convertirse en productos de consumo para cualquier colombiano.
Cromatógrafos de gases y líquidos y espectrómetros de masas son algunos de los equipos con los que los investigadores trabajan a diario en el laboratorio para obtener e identificar los compuestos de extractos de plantas amazónicas; saberlo les permitirá a los científicos determinar para qué y cómo usar estas especies. Los equipos son tan efectivos y precisos que pueden determinar un perfil, algo así como una huella dactilar de la planta.
Surge la pregunta, pero ¿por qué el desarrollo de ingredientes naturales de la Amazonia se hace en Bogotá? Raquel Díaz, Ingeniera Química MSc investigadora en cadenas de valor del SINCHI lo explica, “acá en Bogotá tenemos equipos muy sofisticados que no podemos tener en la región porque allá el fluido eléctrico no es constante. Además, tenerlos en la Amazonia implicaría mantener el aire acondicionado y es muy costoso”.
Juliana Cardona Ingeniera Química PhD, investigadora experta en compuestos naturales y bioproductos, abre un archivo para visualizar un perfil obtenido en días recientes y cuando lo logra el documento es un gráfico de colores, datos inentendibles para un ser humano que recién ve lo que nunca ha visto: la información química de una planta amazónica.
Entender las plantas amazónicas no es un proceso sencillo, pero desarrollar un producto a base de ingredientes naturales puede ser aún más complejo y tardar años. Recientemente, el Instituto SINCHI y Natura Cosméticos anunciaron al país que la asociación de campesinos Agrosolidaria del departamento de Caquetá se convertiría en proveedor oficial de manteca de copoazú de aquella compañía, lo que garantiza condiciones de conservación, uso de la biodiversidad en esta zona del país y sobre todo un apoyo a las comunidades campesinas de la región.
Llegar a este punto les costó a los investigadores, a la comunidad y la empresa privada unos 5 años y la mayoría de este tiempo transcurrió en el laboratorio haciendo muchos análisis y ensayos.
“El nivel de lo que estamos haciendo en este laboratorio es de alta innovación y desarrollo. Estamos trabajando en análisis muy finos, a nivel de moléculas. No solo sabemos si un ingrediente natural tiene carbohidratos o proteínas. No, necesitamos saber qué grupo de metabolitos secundarios tiene y su actividad biológica. No es solamente que exista un compuesto, sino que realmente pueda tener una actividad, por ejemplo, podría ser antifúngico, antiinflamatorio, antioxidante, bueno, una cantidad de actividades biológicas que pueden servir para desarrollar un ingrediente natural o un bioproducto”, explica Marcela Carrillo, Ingeniera Química MSc e investigadora experta en ingredientes naturales en el Instituto SINCHI.