la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, y la directora del Ideam, Ghisliane Echeverry, dieron una rueda de prensa para recordarle al país que vienen días nada fáciles: estamos en la temporada de menos lluvias, dijo la jefe de esa cartera, al tiempo que recordó que eso implica que haya condiciones susceptibles para diferentes amenazas.
A lo que se refiere Muhamad es a que la ausencia de precipitaciones está acompañada de alta radiación solar y de vegetación seca. Por esos motivos es que hoy en el país hay 177 municipios en alerta alta de incendios forestales. Debido a esa situación, explicó Muhamad, esperan hacer reportes de manera mensual, para que la ciudadanía conozca de cerca cuál es el escenario.
“Las condiciones de enero están de acuerdo a la climatología histórica. Va a seguir comportándose como un mes de baja precipitación, lo que puede ocasionar que en diferentes regiones del país empiecen a presentarse alertas, especialmente por incendios”, aseguró, por su parte, Echeverry.
Así mismo, recordó que, en la otra cara de la moneda, en las noches habrá heladas, pues desciende la temperatura, lo cual puede generar impactos en el sector agrícola.
Echeverry también explicó que el fenómeno de La Niña aún no se ha consolidado, como se esperaba que sucediera desde el 2024. “En marzo empieza a configurarse la transición a la temporada de lluvias”, manifestó. Por lo pronto, dijo, es clave que cada región esté atenta a las condiciones propias de su región.
La ministra Muhamad también se refirió a lo que está sucediendo en Bogotá en torno al agua. “Continúa el nivel del embalse de Chuza por debajo de la curva guía de diseño para la época. Es una condición estructural que se ha presentado en los últimos tres años. Se espera que alcance la curva guía entre febrero y marzo, gracias a las medidas que se han tomado, pero hay que seguir monitoreando porque hay que esperar cuáles serán las condiciones de lluvia en el embalse”, afirmó.
De igual forma, señaló que han notado que, con respecto al primer periodo de racionamiento, se ha aumentado el consumo de la ciudadanía. Por eso, dijo, “es importante que se mantenga la disciplina en el uso del agua para que podamos contribuir a que el embalse de Chuza llegue a la curva guía y disminuir la incertidumbre de la ciudad”.
Muhamad añadió que el Gobierno trabajarán con los presidentes de las Juntas de Acción Comunal, brindando kits pedagógicos para adecuar las infraestructuras y poder aprovechar el agua lluvia. La idea es, luego, acercarse a más organizaciones sociales y que el sector privado se sume a la campaña para “hacer una revolución por el agua y una cultura del agua”.
Por su parte, Nelly Mogollón Montañez, directora de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), recordó que el 23 de diciembre del 2024 se publicó la Resolución 1005, que establece medidas al uso racional y eficiente del agua en eventos de escasez. “Lo que busca es desincentivar los consumos máximos de cada usuario y las pérdidas de los prestadores, así como establecer los procedimientos, consumos objetivos y medidas a tomar para los consumidores que sobrepasen el consumo máximo fijado”, advirtió.
“Es una medida de carácter nacional que se puede utilizar de manera temporal, que busca crear conciencia y un llamado al uso efectivo y racional del agua en tiempos de desabastecimiento para frenar el consumo excesivo del agua. Esta medida es transitoria y será activada en los momentos en los que el Ideam genere la alerta de que se han creado las condiciones. En ese momento entrará en vigencia”, agregó Mogollón, quien, a su vez, reconoció que era una decisión “fuerte”, pero que ayudaría a evitar una situación crítica en los embalses.
Según explicó la funcionaria, la medida contempla que para clima cálido se consuman, máximo, 16 metros cúbicos por suscriptor; para templado, 14 metros cúbicos; y para clima frío, 13 metros cúbicos. Anteriormente, el límite era de 36 metro cúbicos, para clima cálido, y 22 metros cúbicos para clima frío.
En caso de que se sobrepasen los límites, el precio adicional por metro cúbico es el doble del galón del consumo básico contemplado en este momento.
“La medida compromete a todos los sectores, residenciales, prestadores, etc., pero deja algunas condiciones de excepción: se exceptúan inquilinatos, clínicas, hospitales, centros de protección y demás. Es una medida que nos llevó 13 meses construirla, que tiene un acervo técnico y humano”, explicó Mogollón.
Según dijo Muhamad, “instamos a que se active la medida en Bogotá, porque está disponible ya la resolución y porque las condiciones en la sabana de Bogotá ya están dadas, porque estamos en racionamiento. El recaudo adicional va al Fondo Nacional Ambiental”.