Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia de este colectivo fundamental para la sociedad, alcanzar la igualdad de género y favorecer su empoderamiento.
Esta celebración se proclamó pro primera vez en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Elena Pita, directora de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, recuerda que en un informe de Naciones Unidas realizado con motivo de los 25 años de la Declaración de Beijing se admite que “el fortalecimiento de la participación de las mujeres en la sostenibilidad ambiental es uno de los aspectos que han recibido menor atención a nivel mundial”.
“Integrar la experiencia y el liderazgo de las mujeres en la toma de decisiones relativas al medio ambiente es un aspecto clave para lograr una sociedad más igualitaria, en la que los beneficios de la transición ecológica y la recuperación verde sean iguales para todos”, afirma Pita en declaraciones a EFEverde y añade que la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres “conduce a unos resultados más equitativos, efectivos y sostenibles”.
En su opinión, “las mujeres son una fuente de conocimiento y experiencia sobre gestión del medio ambiente”, y por eso se muestra a favor de potenciar el interés de las niñas y adolecentes por la investigación e inculcarles “referentes femeninos en los que verse reflejadas” como las activistas e investigadoras Berta Cáceres, Vandana Shiva, Wangari Maathai, Jane Goodall o la actual líder juvenil Greta Thunberg.
Desde SEO/BirdLife, su directora ejecutiva Asunción Ruiz añade a la lista a Rachel Carson, conservacionista estadounidense que, a través de la publicación ‘Primavera silenciosa’ en 1962, “sacudió al mundo occidental” con su denuncia sobre los riesgos de la utilización masiva de productos químicos que, asegura, “debería servir para reclamar, reconocer y reunir a todo el ‘activismo’, todavía silencioso, de muchas mujeres a favor del desarrollo sostenible”.
“Es absolutamente inaplazable abordar los dos grandes retos sociales ambientales de este siglo: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad y, frente a ellos, prestar especial atención a los más vulnerables, las mujeres y los niños, y hacer que estén representados en todos los foros de participación y decisión y en todas las ramas de la ciencia”, asegura a EFEverde Asunción Ruiz.
Y añade que las mujeres “han liderado la ética del cuidado, o el cuidado de la vida” y ahora “la vulnerabilidad del mundo natural debería ser nuestra prioridad” porque “la justicia social y ambiental deben defenderse juntas y la sostenibilidad de la vida está en juego”.