En solo dos años se lograron sembrar más de 4.500 árboles en las microcuencas de Guandusaca y Palmichal tributarias del río Frío, lo que permitió restaurar 37 hectáreas. Además, gracias a los acuerdos voluntarios de conservación, se sumaron 73 hectáreas adicionales que permanecerán en recuperación pasiva. Esta iniciativa, financiada por WWF, Uniban Fundación, Asocoomag y Fundeban, contó con la participación de campesinos y aliados como el Comité de Cafeteros del Magdalena, Parques Nacionales Naturales, Corpamag y expertos técnicos.
Dora Milena Zapata, especialista en Gobernanza y Planificación Intersectorial de WWF Colombia –y quien lidera la iniciativa–, explica: «El proyecto de restauración ecológica en San Pedro de la Sierra es un ejemplo de los proyectos surgidos a partir del trabajo conjunto de los miembros de la Plataforma de Custodia del Agua (PCA)».
En el marco de las acciones del proyecto, se contribuyó a la creación del vivero comunitario Los Nogales, liderado por la fundación Mujeres Rurales Construyendo Futuro, con el apoyo de la Corporación Paisajes Rurales, entidad encargada de la implementación. De esta manera, se fortalecieron las capacidades de las mujeres en cuanto a la propagación de especies, el manejo y tratamiento de frutos y semillas, las condiciones apropiadas para la germinación y el cuidado de las plantas en crecimiento, entre otros aspectos clave.El vivero se enfocó en la propagación de más de 20 especies nativas de la Sierra Nevada de Santa Marta y produjo más de 7.000 árboles que fueron adquiridos por el proyecto para su siembra en las zonas prioritarias para la restauración. Con esta iniciativa, se está promoviendo la participación de las comunidades locales en la restauración ecológica y la generación de empleo sostenible en la región.
Por otro lado, desde el inicio del proyecto se destinó una bolsa de recursos para incentivar la conservación. Durante el segundo año de ejecución, se entregaron 11 módulos clasificadores de café a las familias cafeteras que firmaron acuerdos de conservación. Se eligió este incentivo porque contribuye al mejoramiento del sistema productivo de los beneficiarios, ya que los módulos permiten un uso más eficiente del agua durante el proceso de lavado del café. En resumen, esta iniciativa, proyectada a veinte años, ha comenzado a dar sus primeros frutos en la restauración ecológica y el fortalecimiento de las capacidades productivas de las comunidades locales.
El segundo aniversario del proyecto.
Para conmemorar el segundo aniversario del proyecto, se llevó a cabo el conversatorio «Cultivando un futuro sostenible» dirigido a la comunidad de la cuenca baja de los ríos Frío y Sevilla, especialmente a pequeños productores de banano y palma. El objetivo principal de este evento fue promover el diálogo intersectorial sobre las prácticas de restauración y conservación de los ecosistemas, y su importancia para garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola en la zona. El conversatorio hizo parte de una jornada ambiental en la que se realizó un recorrido con estudiantes de secundaria y líderes comunitarios para rescatar e identificar semillas y concientizarlos sobre la importancia de la biodiversidad del territorio.
Dora Milena Zapata, por su parte, destacó que desde de 2021, año en que inició la implementación del proyecto, la Plataforma de Custodia del Agua ha venido dando frutos concretos en términos de acción colectiva en su programa de restauración, avanzando también en el diseño e implementación de un piloto de gestión y financiación de proyectos innovador y adaptativo que involucra diferentes actores y es el resultado de un proceso de diálogo, reconocimiento, sensibilización y generación de confianza. Este proceso ha permitido que hoy, después de siete años, se sigan sumando esfuerzos para un fin común que es custodiar el agua.
Acerca de la Plataforma de Custodia del Agua – PCA
La Plataforma de Custodia del Agua es una iniciativa público-privada-comunitaria que, desde el 2015, ha buscado fortalecer la gobernanza en el territorio. Su objetivo es contribuir a la sostenibilidad hídrica de las cuencas que conectan la Sierra Nevada y la Ciénaga Grande de Santa Marta, a través de proyectos concretos de acción colectiva en cuenca. Esta iniciativa se enmarca en la estrategia de Custodia del Agua que WWF ha implementado en diversos lugares del mundo.