La desaparición de los tiburones océanos, que por la sobrepesca han perdido el 905 de su población, afectaría enormemente la ‘salud’ de los océanos, de acuerdo con un comunicado emitido por el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF).

Según un artículo de la organización el tiburón cumple una gran labor para el cuidado de los ecosistemas marinos . Al nadar entre profundidades y superficie del océano, se encargan de transportar nutrientes cruciales para el desarrollo de algas y plancton, y ayudan a prevenir el sobrepastoreo bajo el agua de tortugas o dugongos, lo que promueve el crecimiento del pasto marino para una mayor captura de carbono Al morir por causas naturales, sus restos pueden tener comunidades completas de carroñeros de aguas profundas.

Si bien, los datos mencionados anteriormente son de vital importancia para el medio ambiente, puede que no suenen tan alejados a lo que ya era conocido de los tiburones, sin embargo, hay algunos datos extraordinarios de estos escualos que podrían estar más cercanos a la ficción:

Les compartimos algunos datos interesantes que la WWF relacionó en su estudio:

 «Algunos tiburones pueden absorber la luz azul del océano y luego volver a emitirla como fluorescencia verde, proceso que se denomina como biofluorescencia y tiene directa relación con la piel de este animal. Según científicos, esta condición serviría para el camuflaje y la comunicación entre miembros de la misma especie», dice la WWF.

 La pintarroja colilarga ocelada (Hemiscyllium ocellatum) es capaz de caminar. Esta pequeña especie de tiburón, habita arrecifes de coral poco profundos y usa sus aletas emparejadas para gatear sobre el coral mientras caza. Además, al buscar su alimento en piscinas rocosas podría salir del agua y contener su respiración hasta 60 veces más tiempo que un humano.

 De las 500 especies de tiburones, solo una cantidad mínima ha atacado a seres humanos. Según el informe del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF), Estados Unidos es el país con mayor cantidad de accidentes de este tipo, llegando a 41 casos el 2019 , 21 de los cuales ocurrieron en Florida, nueve en Hawai, tres en California y otros tres en Carolina del Norte. Cabe destacar que, si bien fueron catalogados como “ataques no provocados”, todos ocurrieron en el hábitat natural del tiburón.

 La pesca ilegal es la causa de muerte de más de 100 millones de tiburones y rayas al año. Según el informe del ISAF, este dato es de suma preocupación debido a que podría pasar décadas para que las poblaciones puedan recuperarse, su extenso tiempo de reproducción, el que puede pasar entre los 9 y 22 meses.

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