El archipiélago de San Andrés y Providencia, así como Centroamérica, están bajo los efectos de Iota, un poderoso huracán que llegó durante la madrugada del lunes a categoría cinco y está causando estragos en la isla de Providencia, en Santa Catalina y en el banco Quitasueño. En las islas Serrana, Serranilla y Roncador, las bandas del huracán también están causando graves dificultades.
En este momento la isla de Providencia se encuentra incomunicada y se habían reportado la caída de árboles, casa destechadas y fuertes vientos sostenidos que, de acuerdo con la Dirección General Marítima, alcanzan los 250 kilómetros por hora y tiene ráfagas que llegan a 287 km/h. Hasta el momento las autoridades del Archipiélago solo han reportado daños materiales y se espera que el huracán siga su camino hacia Centroamérica, donde empieza a afectar las costas de Nicaragua y Honduras, principalmente.