Mientras en Chile celebraron esta semana la entrada en vigor de la última fase de una norma que prohíbe la entrega de bolsas plásticas en los comercios del país, la ONU advirtió sobre el grave impacto económico y ambiental que representan los desechos plásticos, que se han generado en el mundo a raíz de la pandemia de covid-19.

Dos noticias que muestran la paradoja de la lucha por la protección del medio ambiente en nuestra época, en relación con una de las amenazas más grandes para la vida en los océanos: los residuos plásticos que produce la humanidad.

Al respecto, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), llamó la atención acerca del impacto que están generando los plásticos utilizados para la protección ante la pandemia: mascarillas, guantes, recipientes de desinfectante, trajes especiales. Se han captado imágenes de estos materiales en el fondo del mar, que muestran el daño que les estamos causando los océanos.

Eso sin contar, como lo advierte el informe, que debido a la cuarentena que se ha tenido que implementar en los diferentes países, también aumentó el uso de elementos plásticos derivados de los envíos a domicilio.

Ante este panorama cobra una mayor relevancia el esfuerzo chileno de eliminar las bolsas plásticas desde las micro, pequeñas y medianas empresas, en un proceso gradual que comenzó en 2018.

No es el final del camino, pero es un ejemplo a seguir por otros países como Colombia, donde la pandemia también´frenó el impulso de mucha gente para romper su relación con este material y afectó los presupuestos de Gobierno y empresas para seguir en la búsqueda de sustitutos para el plástico. Una tarea a la que, pese a las dificultades actuales, no podemos renunciar ni desde la ciudadanía, ni mucho menos desde la aplicación de las políticas gubernamentales.

PHD en Relaciones Internacionales

@RICOGabriel

gabrieljaimerico@gmail.com

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