Decenas de ballenas piloto de aleta corta perdieron su rumbo en las últimas horas y encallaron en la costa de Sri Lanka, donde autoridades intentaron devolverlas a aguas profundas en una acción que ha despertado las solidaridad de la nación isleña.
Cerca de 60 mamíferos marinos fueron encontrados en la playa de Panadura, en la costa occidental de Sri Lanka y a unos treinta kilómetros al sur de Colombo, desatando las alarmas entre los protectores de los animales.
“Hay una alta posibilidad de que sus órganos internos hayan sufrido daños, y es muy posible que mueran”, afirmó a la agencia Efe el director genera de la Autoridad esrilanquesa para la Protección del Medio Ambiente Marino (MEPA, en inglés), Terney Pradeep Kumara.
La fuente apuntó a que las ballenas piloto podrían haberse sumergido en las profundidades al verse afectados por el sónar de un barco, desorientando al grupo y causando una saturación de los niveles de oxígeno en sangre potencialmente mortal.
“Puede que veamos más ballenas siguiendo a este grupo en la misma zona“, advirtió Kumara.
Estos ejemplares miden entre 3,6 y 7 metros y no son vistas con la misma frecuencia que otras especies de ballenas, debido a que tienden a estar en aguas muy profundas. Esta especie es de distribución mundial, ya que disfruta tanto del trópico como de aguas templadas.