El pasado martes 14 de diciembre, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, en colaboración con el Ejército Nacional, lanzaron en Florencia el Piloto Experimental de Restauración Ecológica Asistida en la Amazonía colombiana.
A continuación, científicos del Instituto Sinchi explican detalladamente y con rigor diferentes aspectos relacionados con este piloto de restauración.
Método Fukuoka: agricultura natural en la Amazonia colombiana
Masanobu Fukuoka, biólogo y agricultor japonés, fue el pionero del Método Fukuoka, un referente en la agricultura natural. El método consiste en encapsular semillas en arcilla hasta conseguir esferas o pellets de un grosor específico.
Estos pellets son dispersados por áreas determinadas y la arcilla que recubre cada semilla evita que estas se conviertan en alimento de pájaros, roedores u otros animales; con esta protección se espera la temporada de lluvia, cuando es más probable que la arcilla absorba el agua y la semilla pueda germinar.
El uso de semillas desnudas (sin pellets) ha sido utilizado de manera exitosa en varios países para su dispersión por medio de aeronaves en áreas para la recuperación de la cobertura vegetal, práctica conocida como ‘lluvia asistida de semillas’.
Ciencia, comunidad e instituciones al servicio de la restauración
Gracias a la alianza institucional entre el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, en colaboración con el Comando N° 6 de Acción Integral del Ejército Nacional de Colombia, se inició el Piloto Experimental de Restauración Ecológica Asistida en la Amazonia colombiana.
Para este piloto experimental se seleccionó un área de cuatro hectáreas: dos hectáreas en pasturas degradadas y dos en áreas de vegetación secundaria con historia de uso ganadero. Allí se realizó la dispersión aérea de pellets mediante un helicóptero del Ejército Nacional en la finca La Guajira, vereda Las Delicias, municipio de Morelia (Caquetá).
Para hacer esta dispersión, previamente los investigadores del Instituto Sinchi, con el apoyo del Ejército Nacional realizaron pruebas de dispersión y resistencia al impacto del pellet a la caída. Dicha prueba dio como resultado una dispersión en un diámetro de seis metros a una altura de 50 metros en vuelo estacionario y una resistencia al impacto de la caída del 100 % de los pellets.
En este piloto se seleccionaron cinco especies de dos grupos por función ecológica: dos especies pioneras para las áreas de pastura degradada y tres especies propias de bosques. Los pellets para las áreas de pastura contenían dos semillas: una especie herbácea conocida como cascabelito (Crotalaria pallida) y una especie arbórea conocida como cucubo (Solanum sycophanta); para las áreas de sucesión ecológica temprana: una especie arbórea de bosque conocida como cucharo (Myrsine coriacea), otra especie arbórea conocida como tachuelo (Zanthoxyllum syncarpum) y la palma de asaí (Euterpe precatoria).
Comunidades de la región elaboraron de manera manual 10.000 pellets que contenían en su matriz de arcilla, fibras de fique (cabuya), lana y semillas de especies nativas locales; cada pellet pesó en promedio 10 gramos y tenía un tamaño similar al de una moneda de $500.
Se espera que la dispersión asistida de estos 10.000 pellets (que contienen 25.000 semillas) tenga una efectividad de establecimiento del 50 %, evaluada al terminar los seis meses previstos. De esta manera, se obtendrían 12.500 plántulas de especies vegetales nativas creciendo en la parcela seleccionada para el piloto.
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