Renaturalizar los ríos mediante la eliminación de obstáculos creados por el hombre es fundamental para reforzar el hábitat de las especies que viven en ellos, en especial de los peces migradores que, como el salmón, deben superar azudes o presas, muchas de ellas en desuso, para completar su ciclo vital.

Con el objetivo de mejorar el estado de ríos que discurren entre España y Francia, nace Life Kantauribai, proyecto cofinanciado con fondos europeos que actuará en cinco cuencas del Golfo de Vizcaya: Oria y Urumea, entre Navarra y Guipúzcoa; Nive y Nivelle, entre Aquitania y Navarra, y Bidasoa, compartida por las tres.

La restauración fluvial consistirá, principalmente, en recuperar la continuidad longitudinal de los ríos mediante la eliminación de presas en desuso y la construcción de pasos para peces en aquellas que no se puedan demoler.

En paralelo, actuarán con especies autóctonas, con el foco puesto en peces que migran entre el mar y el río; la localización de especímenes vivos de mejillón del río y la mejora de poblaciones de mamíferos como el visón europeo y el desmán ibérico. Además, erradicarán exóticas como el coipú y el visón americano.

La situación de esas especies autóctonas es “comprometida” y es necesario mejorar su hábitat y su estado de conservación, según Josu Elso, especialista en gestión piscícola de Gestión Ambiental de Navarra (GAN).

“Esperamos que gracias al proyecto se consiga mejorar el tamaño de esas poblaciones”, según el experto, que ha advertido de que la mala situación en la que se encuentran viene dada, casi siempre, por “el mal uso que hacemos de los ríos los humanos”.

“Durante décadas, hemos estado utilizando los recursos del río sin pensar en la biodiversidad y eso nos ha llevado a crear muchísimas presas, a extraer mucha agua, y eso ha tenido consecuencias negativas que a largo plazo han llevado a que estas especies estén en la situación en la que están”.

Derribar y permeabilizar

Para revertir parcialmente la fragmentación de los ríos y, por ende, la mala situación de las especies, demolerán 25 azudes o presas y permeabilizarán otros siete.

Con el derribo, además de facilitar el tránsito de peces migradores, los sedimentos que ahora quedan retenidos por las presas podrán viajar aguas abajo, devolviendo al río en parte su morfología original, según la responsable de obras hidráulicas de la Agencia Vasca del Agua (URA), Aitziber Urquijo.

La permeabilizacion consistirá en instalar rampas de paso para los peces y se llevará a cabo en presas que no se pueden demoler porque existe una concesión vigente, por ejemplo, para uso hidroeléctrico; porque se han convertido en bien patrimonial, por reclamo social o por cuestiones técnicas.

Entre las presas sobre las que actuarán, destaca la del pantano de Artikutza, la más grande de España en haberse vaciado y que supone todo un reto de ingeniería y medioambiental.

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