Una de las noticias de la COP16, la cumbre diversidad biológica que acogió Colombia, tiene que ver con dinero pues se aprobó el segundo bono de biodiversidad que ha habido dentro del sector financiero y fue por 50 millones de dólares a lo largo de cuatro años. Sin embargo, algunos critican esta modalidad por los riesgos de mercantilizar los ecosistemas.
Bonos para proteger la biodiversidad. Este es un mecanismo de deuda estructurada en el que un proyecto conserva, por ejemplo, cierta especie de animales o un ecosistema. A cambio, recibe un monto de dinero. Ese cuidado se ve reflejado en un bono que luego, quien da el financiamiento, puede transar con él en el mercado.
Eso fue justo lo que concretaron durante la COP16 en Cali el IFC, que es un miembro del Banco Mundial, y el banco colombiano Davivienda. Se trata del segundo bono de biodiversidad del sector financiero y será destinado a proyectos en Colombia.
El primero de esos bonos se emitió en el mundo en junio de 2024, también entre el IFC, pero en esa ocasión con el BBVA sede Colombia y por un monto de 70 millones de dólares.
Así, los bonos de biodiversidad van ganando fuerza. Aunque no están exentos de las críticas.
“Si los bonos de biodiversidad siguen el patrón del mercado de carbono, podrían ser usados para ‘greenwashing’ y afectar derechos de las comunidades. Sin embargo, hay reglas emitidas para los bonos de biodiversidad de alta integridad que prohíben que exista compensación internacional. Esto es que si hay un daño de un país del norte o del sur, se compensen en un tercer país. Eso no está recomendado”, le explicó a France 24 Daniel Ortega Pacheco, exministro de Ambiente de Ecuador y un académico que se ha dedicado a estudiar los canjes de deuda como el que hizo su país en la isla Galápagos.
Sobre los riesgos, el vicepresidente del IFC para Europa, América Latina y Caribe, Alfonso García Mora, explica que justamente para evitar cualquier afectación; ellos diseñaron una metodología que establece los requisitos sociales y ambientales que deben cumplir los proyectos que aspiren a acceder a dicho bono.
“Si queremos hacer un mundo sostenible y luchar contra el cambio climático, es necesario que el sistema bancario esté involucrado porque es como las venas de nuestro cuerpo: el dinero fluye por el sistema bancario, como la sangre por las venas. Si ese sector no se hace verde, nunca podremos luchar contra el cambio climático”, sostiene García para explicar la necesidad de mecanismos como los bonos de biodiversidad.
Pero, ¿cuánto puede valer proteger un humedal? ¿Cómo se decide si su valor es igual o diferente a proteger un bosque? ¿Costará lo mismo incrementar una población de tigres de bengalas en Asia que una de jaguares en América? Esas son las preguntas que todavía no se han respondido en el mercado de biodiversidad y por las que algunas ONG como Global Forest Coalition tienen dudas.
Los errores de los mercados de carbono que debería evitar la biodiversidad y a los que hacía referencia Daniel Pacheco tienen que ver, en gran medida, con las comunidades. En una sentencia que marca precedente en toda América Latina, la T-248, la Corte Constitucional de Colombia determinó en junio de 2024 que un proyecto de mercado voluntario de carbono de REDD+ vulneró los derechos de los indígenas de la comunidad Pirá Paraná, un territorio ubicado en la Amazonía.
La decisión señaló que los acuerdos se firmaron solo con algunos líderes y no con la comunidad, lo que afectó la gobernanza indígena. Y en la ejecución del proyecto para captar dióxido de carbono con la siembra de bosques, redujeron en al menos un 30% los sembrados de la comunidad sin su consentimiento.
Fabio Valencia, líder uno de los líderes que llevó el caso a la Corte, explica que el problema radica en que desconocen la visión de los indígenas. “Nosotros curamos desde nuestra capacidad y poder espiritual en el marco del calendario ecológico-cultural. Entonces, los que toman decisiones no conocen esto. Toman decisiones solos, pero sus inversiones van mal”, señaló.
La esperanza es que los bonos de biodiversidad aprendan de errores pasados para no repetirlos.
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