Actualmente, alrededor de 3.600 millones de personas, casi la mitad de la población mundial, viven en contextos altamente vulnerables al cambio climático. Se estima que los eventos climáticos extremos continuarán aumentando e intensificándose en el futuro y empeorarán con cada fracción de un grado de calentamiento.

Además, es un hecho que los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático están socavando la salud y la seguridad humanas, la seguridad alimentaria y del agua, el y desarrollo socioeconómico. Las personas más vulnerables y los ecosistemas que tienen menor capacidad de adaptación se verán afectados de manera desproporcionada.

Este panorama responde a lo que se conoce como crisis climática, la situación actual de emergencia causada por el alarmante ritmo en el que se ha ido calentando el planeta en las últimas décadas. Un fenómeno que, según ha comprobado la ciencia, se debe principalmente a actividades humanas y que está teniendo un impacto enorme no solo en nuestra especie, sino en toda la biodiversidad global, dice un informe de la organización WWF.

La crisis climática ha sido impulsada por el uso de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón, la agricultura, la ganadería, y muchas otras actividades humanas que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono y el metano, que llegan a la atmósfera y retienen el calor en la Tierra, causando un aumento anormal y peligroso de la temperatura mundial: el calentamiento global.

Hoy, el mundo es 1,1°C más caliente que en tiempos preindustriales y, según el más reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la máxima autoridad en el tema, el planeta es más caliente de lo que ha sido en los últimos 125 mil años.

El cambio climático y la pérdida de biodiversidad son las dos caras de la crisis climática que enfrente el planeta Tierra. Esto se debe a que el cambio climático conlleva a la pérdida de naturaleza, y la pérdida de naturaleza, a su vez, incrementa el cambio climático. Se calcula que el cambio climático podría poner en peligro la mitad de las especies de plantas y animales en las áreas con mayor biodiversidad del mundo.

Un estudio de 2018, que analizó varios escenarios futuros de cambio climático y su impacto en casi 80.000 especies de plantas y animales en 35 de las áreas más diversas y ricas en biodiversidad del mundo (desde un escenario sin disminución de emisiones, donde la temperatura media global aumente en 4.5°C, hasta un aumento de 2°C, el límite máximo de incremento de temperatura fijado en el Acuerdo de París), encontró que:

Veremos casi un 50 % de pérdida de especies en las áreas estudiadas si las temperaturas globales aumentan en 4.5°C, y habrá una pérdida de menos del 25% de las especies en las áreas estudiadas si limitamos el aumento de la temperatura global a 2°C.

¿Pero qué podemos hacer las personas para combatir la crisis climática?

La crisis climática afecta cada rincón del planeta: desde los polos hasta las zonas tropicales, desde las montañas hasta los océanos. Los gobiernos y las comunidades deben unir esfuerzos para actuar porque todavía podemos escapar de las peores consecuencias del cambio climático y construir un futuro más seguro para todos.

Pero necesitamos hacer más y más rápido. Y lo más importante: debemos concentrar nuestros esfuerzos en reemplazar los combustibles fósiles, la mayor causa del cambio climático, por energías limpias y renovables. Además, debemos ayudar a las personas y a la naturaleza a adaptarse a los cambios que están viviendo y que están por venir.

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