Colombia es nuevamente el país más peligroso del mundo para las personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales. La ONG británica Global Witness publicó su más reciente informe anual ‘Defensores de la Tierra y el Medio Ambiente’, que da cuenta de 60 líderes ambientales asesinados en 2022 en el país, casi el doble de casos de Brasil (34), el segundo país en la lista.
WWF Colombia lamentó profundamente esta situación, reiterando su solidaridad con familiares y seres queridos de las víctimas, e insiste en la inexorable necesidad de consolidar políticas públicas y normas jurídicas que contribuyan a la paz con la naturaleza, en las que la vida y el bienestar de las personas y su relación con la conservación del medioambiente estén en el centro.
Esta inaceptable realidad nos convoca a promover la protección integral y efectiva de las personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales y reconocer que su liderazgo es fundamental para reparar nuestra relación con la naturaleza y asegurar un presente y futuro favorable para todas las personas.
Urge, ahora más que nunca, fortalecer todos los mecanismos de protección disponibles para los defensores ambientales e implementar los instrumentos necesarios para salvaguardar su integridad, entre ellos el Acuerdo de Escazú, aprobado por Colombia y cuya revisión constitucional no avanza al ritmo que demanda tan compleja coyuntura.
Desde WWF Colombia insistieron en el compromiso por trabajar conjuntamente con las comunidades para hacer frente a las múltiples crisis que enfrenta el planeta. Es con ellas, y solo con ellas, que podremos superar los enormes desafíos globales que tiene hoy la humanidad, como el aumento de las temperaturas, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y las crisis alimentarias.