La sesión plenaria del Parlamento Europeo aprobó la Ley de Restauración de la Naturaleza, en un momento crucial en el que la protección del medio ambiente y el sector agrícola se encuentran en un debate de alta relevancia, superando así un gran obstáculo a casi 100 días de las elecciones al Parlamento Europeo.

El texto recibió el respaldo de 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones en el hemiciclo. Para su adopción oficial, solo falta la confirmación por parte del Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, de lo acordado en las negociaciones con la Eurocámara y la Comisión Europea.

Tras la votación, el ponente de la ley, el español César Luena (PSOE), destacó: «Hoy es un día importante para Europa: pasamos de la protección y conservación de la naturaleza a la restauración. Esta nueva ley nos ayudará a cumplir muchos de nuestros compromisos internacionales en materia medioambiental. El reglamento servirá para recuperar los ecosistemas degradados, al tiempo que se respetará al sector primario al otorgar flexibilidad a los Estados miembros. Debemos agradecer a la comunidad científica por combatir el negacionismo climático y proporcionar evidencias, y a la juventud por recordarnos que no hay planeta B ni plan B».

Lo que se esperaba como un simple trámite de confirmación de un acuerdo provisional entre el Parlamento y el Consejo se convirtió en una contienda política con gran carga simbólica de cara a las elecciones europeas de junio.

Los grupos euroescépticos de los Conservadores y Reformistas Europeos, junto con la ultraderecha de Identidad y Democracia, presentaron una moción para rechazar la ley en su conjunto, mientras que el Partido Popular Europeo, la primera fuerza del hemiciclo, llamó a sus diputados a votar en contra de la norma.

Sin embargo, en la Eurocámara no existe disciplina de voto y se esperaban fugas en la mayoría de los grupos. Por ejemplo, los populares irlandeses del Fine Gael anunciaron que votarían a favor de la norma para reparar los ecosistemas dañados de la UE. Finalmente, el texto fue aprobado por una cómoda mayoría.

El catedrático de la Universidad de Alicante y presidente del capítulo europeo de la Sociedad para la Restauración Ecológica (SER), Jordi Cortina Segarra, uno de los impulsores desde la comunidad científica de la Ley de Restauración de la Naturaleza, ha destacado el “abrumador” consenso científico a favor de la legislación. Esta ley, por primera vez, establece objetivos de restauración ecológica en la UE, donde se calcula que un 81 % de los ecosistemas están degradados.

Ni siquiera los ecosistemas mejor conservados de España y de Europa están en buenas condiciones, precisa el ecólogo en una entrevista con EFEverde.

“Los hábitats que están en buenas condiciones a nivel europeo representan solo cerca del 15 %”. Pero, advierte Cortina, “la restauración no es cosa de un día, necesita un plazo”.

La norma establece objetivos de restauración del 20 % de los ecosistemas terrestres y marinos de la UE para 2030 y la totalidad de los ecosistemas degradados para 2050. Además, plantea la eliminación de barreras y la mejora de la conectividad hidráulica en al menos 25.000 kilómetros de ríos, revertir el declive de las poblaciones y diversidad de polinizadores y la restauración de ecosistemas forestales y urbanos.

Entre otros elementos, la futura normativa plantea requisitos para corregir la pérdida de polinizadores, así como la obligación de mejorar el estado ecológico de ecosistemas agrícolas y forestales, la imposibilidad de reducir espacios verdes urbanos y la eliminación de las barreras artificiales en los ríos.

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