Los países de la ONU alcanzaron ayer un acuerdo para establecer un tratado que proteja la alta mar, un instrumento que se negociaba desde hace años y que expertos y organizaciones ecologistas consideran vital para salvar los océanos.

El consenso llegó tras una maratoniana ronda de negociaciones que arrancó el pasado 20 de febrero y que tenía previsto su cierre para este viernes, pero que continuó durante toda la noche y la jornada del sábado, con más de 35 horas seguidas de discusiones, para limar las últimas diferencias.

Entre otras cosas, el texto sienta las bases para el establecimiento de zonas marinas protegidas, lo que debe facilitar que se cumpla la promesa internacional de salvaguardar al menos el 30 % de los océanos para el año 2030.

“El barco ha llegado a la costa”, anunció la presidenta de las negociaciones, una exhausta Rena Lee, para confirmar que por fin había consenso sobre el documento, noticia recibida con una gran ovación por las delegaciones reunidas en la sede de la ONU.

A la espera del tratado formal

La adopción formal del tratado, sin embargo, tendrá que esperar un poco más, hasta que un grupo de técnicos garantice la uniformidad de los términos empleados en él y se traduzca a las seis lenguas oficiales de la ONU, según acordaron el domingo los países.

Algunos, entre ellos Rusia, sin embargo, dejaron la puerta abierta a reabrir algunas cuestiones porque no habían podido revisar en detalle algunos puntos debido a las duras condiciones de las últimas horas de la negociación y a que algunos de sus expertos ya habían abandonado Nueva York.

Este tratado facilitará el establecimiento de áreas marinas protegidas (AMP) en alta mar y proporcionará directrices para la evaluación de los impactos ambientales de las actividades humanas en estas áreas, explicaron desde Pew Charitable Trusts

El acuerdo se ha alcanzado tras una serie de retrasos en las negociaciones debido a la pandemia de COVID-19 y finalmente ha sido posible en la reunión que representantes de más de 190 Estados Miembros de las Naciones Unidas han celebrado en la sede de la ONU en Nueva York desde el pasado 20 de febrero y hasta al 3 de marzo durante la quinta sesión de la Conferencia Intergubernamental sobre BBNJ.

En un tuit, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera ha señalado que se trata de “una de las noticias más deseadas de la semana” y ha expresado su satisfacción: “por fin, acuerdo para la protección de la biodiversidad más allá de las aguas jurisdiccionales. Ha costado demasiados años y el océano lo necesita”.

El hábitat más grande de la tierra

La Alta mar, el área del océano que se encuentra más allá de las aguas nacionales de los países, es el hábitat más grande de la Tierra y el hogar de millones de especies, alberga abundantes pesquerías, sirve como rutas migratorias para especies como ballenas y tiburones, y alberga ecosistemas notables como corales de aguas profundas y otra rica vida marina.

Con poco más del 1% de la alta mar actualmente protegida, el nuevo Tratado proporcionará un camino para establecer áreas marinas protegidas en estas aguas. También es una herramienta clave para ayudar a cumplir el objetivo recientemente acordado de Kunming-Montreal de al menos un 30 % de protección de los océanos del mundo para 2030 que se acordó en diciembre: el nivel mínimo de protección que los científicos advierten que es necesario para garantizar un océano saludable, recuerdan desde la High Seas Alliance.

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