Incendios arrasan más de 100 bosques canadienses y el humo de las llamas ya llegó a Italia, pero no se espera que tenga un impacto significativo sobre la calidad del aire en superficie en Europa, según el Servicio de Vigilancia Atmosférica (CAMS) de Copernicus.
El humo procedente de los fuegos forestales de Canadá llegó el lunes al noroeste de España y Portugal, pasó por Madrid, este miércoles ha cubierto la mayor parte de la Península y también ha llegado al archipiélago canario.
Estas partículas en suspensión han velado el cielo en distintos puntos de España, como Galicia, Extremadura, Andalucía o Madrid, e incluso se han adentrado en el Mediterráneo, hasta llegar a Italia.
Así lo ha explicó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) desde su cuenta de Twitter, en una publicación en la que ha apuntado además que este fenómeno pudo hacer que las temperaturas registradas el martes “fuesen ligeramente inferiores a las previstas”.
“Lo que sucede en determinadas zonas del planeta puede acabar notándose en lugares muy distantes”, destacó el lunes la Aemet en otro tuit en el que compartía una imagen de satélite donde se señala que “el humo de los incendios de Canadá alcanza la península ibérica”, mientras “más al sur, se aprecia el polvo en suspensión procedente del Sáhara”.
El miércoles, en Canarias se han sumado dos episodios que responden al desplazamiento de masas de partículas en suspensión: por un lado, los aerosoles generados por las quemas canadienses y, por otro, la calima en la que están inmersas las islas.