Las estimaciones internacionales para la duración del Fenómeno de El Niño en el mundo durante la temporada 2023-2024 han arrojado un nuevo pronóstico.
Según el Índice del Niño Oceánico de la Escuela de Clima de la Universidad de Columbia, las investigaciones realizadas en septiembre han ajustado considerablemente la duración de este evento climático en comparación con los resultados de agosto.
Mientras que en el octavo mes del año se había previsto que el Fenómeno de El Niño, caracterizado por altas temperaturas y sequías, se prolongaría hasta marzo de 2024, la proyección actual señala que se extenderá hasta abril del próximo año.
Es relevante recordar que la temperatura promedio durante el Fenómeno de El Niño, medida desde 1950, ha sido de 0,73°C. Basándose en esta referencia, el nuevo pronóstico del Índice del Niño Oceánico sugiere que en abril de 2024 la temperatura se mantendrá por encima de esa media, alcanzando 0,81°C.
No será hasta mayo que comenzará a disminuir el indicador, ya que en ese mes se espera un promedio de 0,54°C, y en junio se estabilizará en 0,28°C.
Andrés Langebaek, director ejecutivo de Estudios Económicos de Davivienda, citó esta investigación y señaló que «los últimos pronósticos indican que la sequía sería más intensa y prolongada. El nuevo pronóstico sugiere que el pico se alcanzará en diciembre y se extenderá hasta abril, lo que representa un desafío para controlar la inflación».
A mediados de septiembre, el Instituto de Investigación Internacional para el Clima y la Sociedad (IRI) de la Universidad de Columbia y el Centro de Predicción del Clima (CPC) de la NOAA presentaron una actualización del pronóstico de El Niño Oscilación del Sur (ENOS).
El informe destacó que el evento climático seguirá intensificándose, con una alta probabilidad de persistir hasta el primer trimestre de 2024.
«Se prevé que El Niño continúe durante el invierno del hemisferio norte, con una probabilidad superior al 95 % hasta enero-marzo de 2024», señalaron los centros de investigación.
Finalmente, el informe subrayó que en agosto «las temperaturas de la superficie del océano estuvieron por encima del promedio en todo el Océano Pacífico ecuatorial, con un fortalecimiento en el centro y centro-este del Pacífico».
