El ciclón Daniel, que afectó el noreste de Libia el pasado domingo, ha causado una catástrofe que sobrepasa las capacidades del país, dejando, según cifras provisionales, al menos 6,872 personas fallecidas y más de 10,000 desaparecidas. Estas devastadoras cifras fueron anunciadas por el jefe del Consejo Presidencial, Mohamed al Manfi, durante un discurso televisado el miércoles.
Al Manfi subrayó la urgente necesidad de ayuda internacional, la cual comenzó a llegar el lunes, y afirmó que las autoridades estatales están comprometidas en brindar asistencia a las víctimas, especialmente en la ciudad de Derna, la más afectada.
El líder declaró: «Hemos contactado con todos los actores y líderes del este de Libia para coordinar esfuerzos sobre el terreno». También hizo un llamado a la clase política para que no capitalice esta tragedia, la cual ha fortalecido la solidaridad entre los ciudadanos y reducido las diferencias ideológicas.
Actualmente, el poder ejecutivo libio está dividido en dos facciones: el Gobierno de Unidad Nacional (GNU) de Abdulhamid Dbeiba, con sede en Trípoli (oeste) y reconocido internacionalmente, y el Gobierno respaldado por el Parlamento, con sede en Bengasi (este) y liderado por Osama Hammad. Ambas partes solicitaron el lunes el apoyo internacional y declararon tres días de luto nacional en todo el país.
El Consejo de Ministros del GNU aprobó el martes una asignación presupuestaria de 384 millones de euros para el fondo de reconstrucción de Bengasi y Derna, así como 96 millones de euros destinados a las víctimas una vez que se realice un censo en las áreas afectadas de Derna, Bengasi, Al Bayda, Al Marj y Soussa.
Derna, la cuarta ciudad más grande con 120,000 habitantes, quedó completamente aislada por tierra debido a una cadena montañosa después de las intensas lluvias del domingo, que provocaron el colapso de dos presas y la inundación de la ciudad con 33 millones de litros de agua. Esto resultó en la destrucción de zonas residenciales enteras, puentes y carreteras. Imágenes difundidas en redes sociales mostraron el hospital de la vecina localidad de Shiha, donde cientos de cuerpos se acumulan en el patio debido a la falta de espacio en la morgue.
La escasez de recursos ha obligado a los equipos de rescate y voluntarios a utilizar utensilios domésticos para rescatar a las víctimas de entre los escombros y a enterrarlas en fosas comunes en el cementerio de Martouba, ubicado a unos veinte kilómetros de distancia.
El ciclón Daniel, después de afectar a Grecia y Turquía, fue degradado a tormenta subtropical el 9 de septiembre y comenzó a debilitarse mientras se dirigía hacia el vecino Egipto, según un informe del Centro Meteorológico Regional Árabe.