Colombia debe regular la industria del vapeo para proteger a los menores de edad, asegurar que se eduque a la población el uso e impactos de los vaporizadores, y al mismo tiempo, se garantice un producto de calidad y una alternativa
segura y menos nociva para aquellos adultos que buscan dejar de fumar cigarrillo tradicional.
En los últimos años, el mercado de los productos no combustibles que contienen o no nicotina, comúnmente llamados vaporizadores, ha experimentado un auténtico despegue, ofreciendo a los fumadores de tabaco tradicional una alternativa real y menos nociva para su salud. Este ritmo de crecimiento acelerado se ha producido gracias a los avances tecnológicos y a la disponibilidad de alternativas más seguras y fiables al tabaco tradicional.
A nivel global millones de fumadores adultos están haciendo esta transición y el Estado y la sociedad deben apoyar este proceso.
La introducción de una regulación inteligente podría significar un cambio cualitativo para los menores de edad, para el Estado y para aquellos consumidores adultos que quieren dejar atrás su consumo de cigarrillo tradicional. Por un lado, es esencial prohibir explícitamente el consumo de estos productos a menores de edad. Adicionalmente, es importante garantizar que los productos que se vendan legalmente sean de alta calidad y cumplan todas las normas técnicas para evitar efectos negativos en la salud.
Por otro lado, fomentar que la industria se desarrolle de forma legal y orgánica en el país, que se estimule su innovación, ayudará a generar empleo y nuevos ingresos fiscales. En la actualidad se están debatiendo en el Congreso de la República distintas iniciativas regulatorias que pretenden resolver este dilema de la mejor manera posible.
En Relx están dispuestos a contribuir activamente a estos debates con nuestros conocimientos globales para garantizar que se apruebe el mejor marco regulatorio posible para el país y consideran que la mejor regulación posible para Colombia debería basarse en los siguientes principios:
Una regulación que diferencie los vaporizadores de los cigarrillos tradicionales Es muy importante aclarar que nuestros productos no generan combustión como los cigarrillos tradicionales, nuestros productos son dispositivos electrónicos de administración de vapor que puede o no tener nicotina.
Relx apoya al Gobierno de Colombia en su intención de crear y aplicar al sector una regulación específica que diferencie los dispositivos de vapeo del tabaco tradicional. La situación actual no es buena para nadie. Unas normas claras permitirán que el sector siga creciendo y protegerán a los consumidores.
La actual carencia de regulación sólo puede tener un impacto negativo. Conduce al crecimiento de un mercado negro y de productos de calidad deficiente. No podemos permitir que se vendan vaporizadores peligrosos e ilegales en las tiendas y en las calles sólo porque no hay leyes claras.
Proteger a niños, jóvenes y adolescentes
Como fabricante de productos de vaporización, la empresas Relx se compromete en educar a la población y a las autoridades sobre su uso y a garantizar que no caigan en manos de menores de edad.
Si bien no es una tarea fácil, contar con una regulación clara que prohíba la venta de estos dispositivos a niños y adolescentes sería un gran paso en la dirección correcta. Colombia puede aprender de la experiencia que tuvo con la industria del alcohol y aplicar principios similares. Es posible evitar que nuestros jóvenes menores de edad accedan a dispositivos alternativos al tabaco. Sólo es cuestión de voluntad política y buena gestión empresarial.
Por eso, y a pesar de nuestras diferencias en otros temas, apoyamos a organizaciones de la sociedad civil como RedPapaz en esta cruzada para proteger a los menores de edad.
Una regulación clara que especifique las diferencias técnicas entre los dispositivos alternativos y los cigarrillos tradicionales debería prohibir su venta a menores y obligar a la realización de controles de identidad presenciales y digitales en todos los puntos de venta.
Asimismo, se reconoce la importancia de regular el tipo de publicidad que se utiliza para promocionar estos productos, sin utilizar medidas prohibicionistas extremas que restrinjan a los consumidores adultos la elección de esta alternativa que les ayuda en la transición hacia un consumo de nicotina menos dañino.
Reconocer y promover el principio de reducción de riesgos y daños.
La nueva regulación debe reconocer que los productos alternativos al tabaco se basan en el principio de reducción de daños y riesgos y contribuyen a mejorar la salud pública. El actual Plan Nacional de Desarrollo de Colombia ha incluido este principio en el ordenamiento jurídico y puede ser utilizado para orientar las actuales discusiones regulatorias.