El año próximo viene cargado de grandes expectativas. La esperanza de que las vacunas contra el covid-19 sean distribuidas alrededor del planeta y de que tan esperado remedio no se quede solo en los países con mayores recursos es tal vez la principal de ellas a nivel global.

Como lo acaba de decir la Cepal, la reactivación económica en Latinoamérica dependerá en buena medida del acceso a esas vacunas que puedan tener los países en vía de desarrollo como el nuestro, pues mientras más se tarde la vacunación más se retrasará la superación de la crisis que generó la pandemia.

Otra de las más importantes expectativas globales tiene que ver con el compromiso de los países que producen más emisiones de CO2 de seguir el proceso de reducción y para ello será clave que, de la mano con el nuevo gobierno que se posesionará en enero, Estados Unidos regrese al Acuerdo de París, tal como se comprometió el presidente electo Joe Biden.

En el plano nacional, en materia de manejo de basuras, la mayor expectativa está centrada en la entrada en vigencia del nuevo código de colores para la separación de residuos sólidos a partir del primero de enero del 2021.

Los colores, de acuerdo con el Ministerio del Medio Ambiente son:
Blanco: para residuos aprovechables limpios y secos, como plástico, vidrio, metales, papel y cartón.
Negro: para residuos no aprovechables como el papel higiénico, servilletas, papeles y cartones contaminados con comida; papeles metalizados, entre otros. En esta bolsa o recipiente también deberán disponerse los residuos del covid-19 como tapabocas, guantes, entre otros.
Verde: residuos orgánicos aprovechables como los restos de comida, residuos de corte de césped y poda de jardín, entre otros.

Para que estrategia tenga el éxito que se espera deberán confluir muchos factores: los esfuerzos gubernamentales para regular y apropiar la tecnología adecuada, el compromiso de la empresa privada y la participación decidida de la ciudadanía. No se logra absolutamente nada si usted y yo no separamos adecuadamente en casa de acuerdo con ese nuevo código de colores.

El ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, lo dijo hace poco: «Esta tarea debe ser un compromiso de todos». Si no lo tomamos así será imposible que el proyecto salga adelante y que Colombia se posicione como un país que les da un manejo adecuado a los residuos sólidos. El 2021 nos plantea este reto y no podemos ser inferiores a él.

Gabriel Jaime Rico B., Acopi Valle de Aburrá

Planeta Sostenible
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