Cada 24 de octubre se conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático, una jornada creada desde las Naciones Unidas que está buscando concienciar y educar a la población mundial acerca de los efectos del cambio climático y del calentamiento global.
El clima es un conjunto de condiciones meteorológicas, con parámetros como la presión, la temperatura, la humedad o el nivel de precipitaciones. Se habla de cambio climático cuando los patrones del clima sufren variaciones significativas, cuyos efectos afectan a grandes zonas y se prolongan en el tiempo.
Cada cierto tiempo el planeta modifica su conformación y sufre variaciones, tanto en la estructura interna como en la externa. Se tiene certeza de que la existencia de cambios climáticos naturales y periódicos, pero en el caso del actual, las acciones de los seres humanos actúan de acelerante, precipitando los acontecimientos con nefastos resultados.
A día de hoy, en las diferentes capas de la atmosfera terrestre hay un exceso de gases y partículas, que son sub productos de la quema de los combustibles que el ser humano emplea para generar energía calórica, eléctrica, motriz, etc. Dichos gases, entre los que destacan el CO2 y los NOx (derivados del nitrógeno) atrapan el calor en la tropósfera, agravando el efecto invernadero natural y provocando un calentamiento global.