El creciente interés comercial por la carne y el aceite de hígado de tiburones y rayas de aguas profundas está agravando significativamente la ya crítica situación de estas especies. Su baja tasa de reproducción las hace incapaces de afrontar la sobrepesca, que actualmente no está regulada, lo que ha llevado a expertos internacionales a urgir la implementación de medidas de protección inmediatas.

Un estudio publicado en la revista Science, producto de 8 años de investigación por parte de 322 expertos de todo el mundo, revela que uno de cada siete tiburones y rayas de aguas profundas se encuentra en peligro de extinción, según los criterios de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La principal amenaza para este grupo de megafauna, que habita principalmente a profundidades superiores a 200 metros, es la sobrepesca. Si bien en su mayoría son capturados accidentalmente durante la pesca de otras especies comerciales, ahora también se les busca de forma específica por su carne y el aceite de su hígado, advierte Brittany Finucci, científica pesquera del Instituto Nacional de Investigación Acuática y Atmosférica (NIWA) de Nueva Zelanda.

El informe destaca que estos vertebrados marinos se encuentran entre los más vulnerables a la sobreexplotación debido a su larga vida y baja tasa reproductiva. «Algunas especies pueden tardar 30 años o más en madurar, y hasta 150 años en el caso del tiburón de Groenlandia, y solo producen 12 crías en toda su vida», señala Nicholas Dulvy, profesor de la Universidad Simon Fraser.

Un rol ecológico crucial:

Dada su gran tamaño y amplia distribución, los tiburones y rayas de aguas profundas desempeñan un papel ecológico fundamental, concentrando y dispersando nutrientes a través de los hábitats oceánicos profundos.

«Es hora de considerar la regulación del comercio de aceite de hígado», afirma Rima Jabado, vicepresidenta de la Comisión de Supervivencia de Especies (SSC) de la UICN y presidenta del Grupo de Especialistas de Tiburones de UICN SSC. «Si bien ha habido un gran éxito en la regulación del comercio de aletas de tiburón, se necesitan urgentemente regulaciones comerciales y pesqueras específicas para los tiburones y rayas de aguas profundas», agrega, haciendo hincapié en la necesidad de actuar para prevenir mayores daños.

Entre las opciones de protección se encuentra la inclusión de estas especies en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

El informe forma parte del proyecto Tendencias Globales de los Tiburones, en colaboración con la UICN SSC, la Universidad Simon Fraser, la Universidad James Cook y el Acuario de Georgia, financiado por el Fondo para la Conservación de Tiburones (Shark Conservation Fund).

La alarmante situación de los tiburones y rayas de aguas profundas exige una acción concertada por parte de la comunidad internacional. Es crucial implementar medidas de protección para asegurar la supervivencia de estas especies y preservar el equilibrio de los ecosistemas oceánicos.

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