En tres meses saldrá al mercado nacional e internacional madera de la Amazonía colombiana certificada por el Forest Stewardship Council (FSC), una organización independiente que promueve y certifica el manejo responsable, ambientalmente apropiado, socialmente beneficioso y económicamente viable de los bosques del mundo a través del sello FSC.
La certificación de manejo forestal FSC confirma que los productos provienen de un bosque manejado, es decir, que preserva la diversidad biológica y beneficia las vidas de las poblaciones y los trabajadores locales, asegurando al mismo tiempo que también sustenta la viabilidad económica a través de diez principios como el cumplimiento de las leyes, los derechos de los trabajadores, los derechos de los pueblos indígenas, los impactos ambientales, entre otros.
El Núcleo de Desarrollo Forestal y la Biodiversidad Los Puertos
Los habitantes de las veredas Puerto Polaco y Puerto Cubarro en el municipio de Calamar, Guaviare llevan varios años en un proceso comunitario que busca desarrollar una economía forestal sostenible ejemplo para la Amazonía y el mundo entero.
Teniendo en cuenta la riqueza de los bosques amazónicos y la apuesta del gobierno de Colombia para acompañar a las comunidades comprometidas con la conservación en el proceso de transitar de focos activos de la deforestación a Núcleos de Desarrollo de la Economía Forestal y la Biodiversidad (NDFyB), 23 familias avanzan en la consolidación del NDFyB Los Puertos, quienes conformaron la Cooperativa Coagroitilla, empresa comunitaria que cuenta con el permiso de aprovechamiento forestal sostenible por parte de la Corporación CDA, autoridad ambiental en Guaviare.
El Plan de Manejo Forestal Sostenible aprobado a Coagroitilla no fue un proceso fácil, fueron muchos meses de trabajo y muchos documentos, recuerda Marco Zapata, representante legal de la cooperativa.
Hoy, el NDFyB Los Puertos cuenta con 6.921 hectáreas bajo manejo forestal sostenible y comunitario, divididas en 25 unidades de corta anual (UCAs). En el primer año tienen permitido hacer el aprovechamiento de 219 hectáreas correspondientes a la primera UCA en donde pueden hacer extracción de máximo de 5 árboles por hectárea. Rotarán cada año una UCA durante 25 años, regresando a la primera en el año 26, es decir, que durante 25 años esa primera UCA no tendrá intervención, lo contrario, será enriquecida forestalmente hablando.
Ecosede genera empleo local
Para agregar valor al territorio, la cooperativa Coagroitilla contará con una ecosede, donde se hará el proceso de transformación de la madera en productos para el mercado local y nacional. Ese centro de transformación de productos maderables del bosque se construirá en un terreno entregado por la administración municipal, como parte del apoyo a este proceso. La madera que se utilizará proviene de su primera UCA y la mano de obra será tanto de los miembros de la cooperativa como de habitantes de Calamar, Guaviare.
Así las cosas, los líderes de la Cooperativa Cooagroitilla participan del curso de formación en talla, muebles y ensambles que se adelanta con la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo, conocimientos que pondrán en práctica con la construcción de la ecosede que es diseñada por la compañía Serrano Gómez, una empresa maderera colombiana que se ha vinculado a este proyecto de vida de las comunidades comprometidas con la conservación y que seguramente a futuro serán parte de su cadena de valor.
Y es que las familias del NDFyB Los Puertos encontraron en medio de las adversidades el camino para vivir del bosque, de manera legal, pues la mayoría de ellos son colonos que llegaron a Calamar en diferentes bonanzas como el caucho o la coca, que han tumbado bosque (ilegal según la normatividad ambiental) y donde muchos se han dedicado a la ganadería, creyendo erróneamente en la rentabilidad, pero que en su trabajo con Visión Amazonia (programa del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible que cuenta con el apoyo de los gobiernos de Alemania, Reino Unido y Noruega) han aprendido que la vocación del territorio es forestal y que es más rentable una hectárea de bosque en pie que una vaca.
“Un proceso largo, que empezó por generar confianza, que ha tenido tropiezos y demoras como todo, pero que día a día nos enorgullece, porque hemos conseguido que las comunidades locales se empoderen y sean ellas quienes decidan el futuro de los bosques de la Amazonía y del bienestar de sus familias” manifestó José Yunis Mebarak, coordinador del programa REM Colombia Visión Amazonía.
Por su parte, Marco Zapata, líder comunitario del NDFyB Los Puertos dice “yo invito a los campesinos de toda la Amazonía, para que vengan a Calamar, Guaviare y conozcan nuestra experiencia, en un dialogo de campesino a campesino, y, entiendan que los núcleos de desarrollo forestal y la biodiversidad son una iniciativa que permiten realizar un manejo forestal comunitario, sostenible y legal, porque ahora vemos el bosque como una alternativa, como una oportunidad y no como un estorbo como pensábamos antes”.
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