“Las abejas tienen una función trascendental para la humanidad, ya que se encargan de polinizar y esto es fundamental para mantener el equilibrio en el planeta. Al lograr este equilibrio, se mantiene la vida, se restauran ecosistemas y tenemos más árboles, los que nos permitirán contrarrestar los efectos del cambio climático”, así lo aseguró hoy, en el Día Mundial de las Abejas, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa.

Actualmente, en Colombia se han identificado más de 550 especies de abejas, y los expertos calculan que esta cifra podría ascender a 1445. Abejas meliponas, abejas bombus o sociales, abejas de las orquídeas, abejas solitarias y abejas urbanas son algunas de las que forman parte de la amplia variedad que ofrece la biodiversidad colombiana.

En ese sentido, el jefe de la cartera ambiental afirmó: “en el Día Mundial de las Abejas quiero destacar la labor que adelantamos de manera articulada con las comunidades y diferentes entidades en pro de su cuidado. Desde el Ministerio de Ambiente hemos fortalecido proyectos que, además de cuidar a las abejas, son un ejemplo de que producir conservando y conservar produciendo es posible. Hemos venido defendiendo ese principio, nos gustaría que todos los colombianos lo tuvieran en cuenta para que conservar y restaurar sea un propósito común que nos una en torno a nuestra inmensa riqueza natural”.

De los 2581 negocios verdes verificados por el Ministerio de Ambiente, 127 se dedican a la producción de miel y a otros derivados, bajo criterios de sostenibilidad. Actividades como la apicultura y la meliponicultura son la razón de ser de estos empresarios que generan más de 1300 empleos en todo el territorio nacional.

Apromiel, en Córdoba, Elixir del Páramo en Duitama (Boyacá), El Señor de las Abejas en Valledupar y la Asociación Municipal de Mujeres Campesinas de Vetas (Amucave) en Santander, hacen parte de esos negocios verdes que producen conservando y conservan produciendo, y que, gracias a eso, mantienen una relación amigable con las abejas y el medio ambiente.

“Invito a los colombianos a conocerlos, a apostarle al consumo sostenible y a no olvidar que un negocio verde, más que una marca de respeto por la naturaleza, es un sello de respeto por la vida que a todos nos beneficia. Apoyándolos también contribuiremos con la reactivación económica, reconociéndoles, de paso, el admirable trabajo que hacen por el planeta”, puntualizó Correa.

Asimismo, en un trabajo conjunto con Conservación Internacional Colombia, el Minambiente implementó el proyecto de Adaptación al Cambio Climático en la Alta Montaña, en el corredor Chingaza-Sumapaz-Guerrero. Allí, se adelantó la formación de 12 productores rurales en apicultura de Alta Montaña y se instalaron más de 250 colmenas.

Gracias a estas acciones, se logró el fortalecimiento de las capacidades de las comunidades aledañas con el fin de generar beneficios económicos derivados de productos como polen, miel, propóleo, entre otros.

Además, por la Iniciativa Colombiana de Polinizadores, liderada por el Minambiente, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, el país cuenta con toda una estrategia para el fortalecimiento de la gestión alrededor del conocimiento de las abejas nativas y la valoración integral del servicio ecosistémico de la polinización.

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