Los vimos luchando por su vida mientras su hábitat era devorado por el fuego. Miles de personas salieron entonces a alimentarlos, a suministrarles agua y a tratar de protegerlos y ellos se convirtieron entonces en un símbolo de la lucha contra el calentamiento global y uno de sus perversos efectos: los incendios.

Los koalas, esos animales que producen ternura y que son también ícono de Australia, podrían extinguirse de la zona del este de ese país en el año 2050, si no disminuye el ritmo de la destrucción de su hábitat y de los desastres naturales.

Un estudio del ecologista Oisin Sweeney determinó que habría entre 15.000 y 20.000 koalas salvajes en el estado de Nueva Gales del Sur, donde se registraron los más devastadores incendios durante el verano pasado.

“Antes de los incendios, los guardabosques nos habían informado que los koalas que se llevaban para cuidarlos estaban deshidratados y desnutridos debido a la sequía, las olas de calor y la escasez de agua», dijo Cate Faehrmann, que preside un comité del senado en esa región del país.

De acuerdo con el informe de dicho comité, los incendios que se presentaron el año pasado mataron al menos a 5.000 koalas. El comité destacó que la continua destrucción de su hábitat en favor de la agricultura, el desarrollo la minería o la silvicultura, han impactado de forma severa a la mayoría de las poblaciones de koalas durante varias décadas.

Es decir que, de acuerdo con los datos en poder del comité, durante los años previos a los incendios forestales los koalas ya afrontaban una difícil situación por los periodos de fuertes sequías y la fragmentación de sus hábitats por el desarrollo humano.

A estas amenazas se suman el impacto del cambio climático, accidentes al cruzar carreteras, los ataques de otros animales salvajes y domésticos y la enfermedad de la clamidia, que les provoca lesiones en los genitales y los ojos, les causa infertilidad y ceguera, y los consume lentamente hasta la muerte.

Tras la publicación del informe, que dio 42 recomendaciones, la filial australiana del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) pidió la actuación inmediata del gobierno para modificar las leyes de desmonte y tala de árboles en Nueva Gales del Sur.

«El gobierno de Nueva Gales del Sur no ha podido impedir que el núcleo del hábitat de los koalas sea arrasado en tierras privadas o talado en los bosques estatales costeros. No hay árboles, no hay koalas», dijo en un comunicado Stuart Blanch, portavoz de WWF-Australia.

Un informe de WWF publicado hace dos años reveló que desde que se eliminó la Ley de Vegetación Nativa en agosto de 2017, la tasa de la tala de bosques se ha triplicado hasta totalizar las 8.194 hectáreas en el norte de Nueva Gales del Sur.

El koala, que en lengua aborigen significa «sin beber» -en alusión a que el 90 por ciento de su hidratación proviene de las hojas de eucalipto que come-, es endémico de Australia y está considerado como especie vulnerable en varios territorios del país.

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