Colombia avanza hacia la sustitución de fogones tradicionales de leña en hogares rurales por un millón de estufas eficientes, lo que representaría la reducción de 2.29 millones de toneladas acumuladas de dióxido de carbono equivalente (CO2eq) al año 2030.
Esto le apunta a dos de las estrategias ambientales del Gobierno Nacional: la reducción del 51 % de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) al 2030 y la carbononeutralidad al 2050.
Es por eso que está en curso una consultoría con el apoyo de la Coalición por el Clima y el Aire Limpio que formulará recomendaciones de política técnica y económica preparando un despliegue territorial de estufas eficientes, en coordinación con las iniciativas nacionales para el fomento de combustibles y tecnologías alternativas de cocción.
El proyecto se enmarca en la agenda de gestión del cambio climático del sector ambiente y se articula con la Estrategia Nacional de Contaminantes Climáticos de Vida Corta de Colombia.
La consultoría desarrollará la conceptualización y ejecución de proyectos para instalar hasta 10.000 de estas estufas bajo un esquema liderado y ejecutado por el Minambiente, una hoja de ruta para la implementación y financiación de estos productos de hogar necesarios para alcanzar este importante objetivo de un millón de estufas eficientes al año 2030.
“Es una apuesta ganadora en todos los sentidos, pues tiene claros beneficios ambientales asociados a la prevención de la degradación de los bosques, como en la calidad del aire y en salud, por la cantidad de contaminantes que no estarán más presentes en hogares rurales, impactando directamente en la calidad de vida de las personas”, expresó Carlos Eduardo Correa, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Según la Organización Mundial de la Salud (2016), el humo en interiores representa un riesgo de salud pública que afecta a 2600 millones de personas que cocinan y calientan sus hogares con combustibles de biomasa y carbón.
Evita enfermedades
Álex Saer, director de Cambio Climático y Gestión del Riesgo del Minambiente, afirmó: “Las estufas eficientes son una nueva tecnología que permite consumir menos leña y generan muchísimo menos humo, que es uno de los principales causantes de enfermedades respiratorias en nuestros hogares. Así vamos a beneficiar a cerca de cuatro millones de habitantes de zonas rurales, proteger nuestros bosques y generar eficiencia energética”.
Los cuatro millones de habitantes a los que se refiere el director se calculan con la información poblacional base del DANE, según la cual los hogares rurales colombianos están conformados por 3.6 personas en promedio, de acuerdo con datos de 2018.
Los hogares rurales beneficiados dejarán de inhalar material contaminante como el carbono negro (hollín), así como otros compuestos perjudiciales para la salud, altamente tóxicos. Es así como se estiman unos costos evitados en salud por cerca de 600 mil millones de pesos, sin incluir los gastos de tratamientos médicos asociados a las patologías derivadas de la inhalación del humo.
Con los GEI que deja de emitir una estufa eficiente podrían inflarse 101 globos de fiesta al día, y al año 36.700. Además, al instalar y usar uno de estos aparatos de cocina se reduce anualmente la emisión de gases, lo que es comparable a evitar la tala de alrededor de 15 árboles de un bosque.