Un estudio de microzonificación sísmica corresponde a una “División de una región o de un área urbana en zonas más pequeñas, que presentan un cierto grado de similitud en la forma como se ven afectadas por los movimientos sísmicos, dadas las características de los estratos de suelo subyacente” – Artículo 4, Ley 400 de 1997.
En otras palabras, los estudios de microzonificación sísmica permiten estimar el efecto que los depósitos de suelo podrían tener sobre las ondas sísmicas.
Este efecto cobró gran importancia a raíz de la ocurrencia del sismo de México el 19 de septiembre de 1985. El sismo tuvo una magnitud de 8.1 Mw y su epicentro se localizó en la zona de subducción de la placa Cocos bajo la placa Norteamericana, en el océano Pacífico.
A pesar de que el epicentro se ubicó a más de 350 Km de la Ciudad de México, allí colapsaron 412 edificaciones y otras 3,123 presentaron daños severos (incluyendo 13 hospitales). Respecto al número de personas fallecidas, existen diversos reportes con cifras que oscilan entre 9,500 y 35,000 (Berkeley, 2008).
Los estudios de microzonificación sísmica tienen como objetivo estimar los posibles efectos de amplificación que se puedan presentar en los diferentes depósitos de suelo, e incluir dichos efectos como coeficientes de amplificación de los parámetros para diseño sismo resistente.
En Colombia, el diseño sismo resistente está regido por el Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente NSR-10, adoptado mediante Decreto 926 de 2010, en el marco de la Ley 400 de 1997. Con respecto a los estudios de microzonificación sísmica, la NSR-10 establece en el numeral A.2.9. los municipios que deben contar con estos estudios, así como el alcance mínimo que dichos estudios deben contener, de modo que puedan ser adoptados mediante acto administrativo de la entidad territorial y ser exigidos en el proceso de obtención de licencias de construcción.
Los estudios de microzonificación sísmica representan entonces una importante herramienta para la gestión del riesgo sísmico, pues a partir del conocimiento de la respuesta sísmica de los depósitos de suelo es posible contar con parámetros de diseño que permitan garantizar la sismo resistencia de las edificaciones, evitando así la construcción de nuevas condiciones de riesgo.
De la misma manera, los estudios de microzonificación sísmica deben contar con parámetros enfocados al reforzamiento estructural de edificaciones existentes, de modo que se puedan tomar medidas correctivas y contribuir así a la reducción de la vulnerabilidad física.
Finalmente, este tipo de estudios también pueden ser integrados en los análisis y evaluaciones de riesgo, a partir de los cuales se pueden obtener métricas que permitan establecer priorizaciones para adelantar acciones de reducción de riesgo, así como contar con escenarios de daño para orientar la respuesta a emergencias.