Aunque no se puede establecer que exista algún tipo de vida en ese planeta, el hallazgo de gas fosfina en Venus encamina a varios grupos de científicos a buscar si en ese cuerpo hay presencia física de algún ser.

El gas fue hallado en las nubes de acuerdo con artículos publicados en la revista Nature Astronomy y Astrobiology. La fosfina es producido en la Tierra de forma industrial o por microbios que sobreviven en ambientes libres de oxígeno. También se encuentra en intestinos humanos, en heces de pingüinos, y en algunos gusanos de aguas profundas.

En el caso de Venus hallaron una veintena de moléculas por cada mil millones y aún no tienen claro cuál es la fuente que produce la fosfina. William Bains, uno de los coautores de los artículos, aseguró que han descartado todas las fuentes de fosfina que no sean vida.

Para detectar el gas, los científicos usaron los telescopios situados en el desierto de Atacama y Hawai.

Sousa-Silva, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE.UU.) indicó que “Encontrar fosfina en Venus fue un regalo inesperado El descubrimiento plantea muchas preguntas. Por ejemplo, cómo podrían sobrevivir algunos organismos”.

Algunos científicos consideran que no se debe excluir la posibilidad de que en los planetas rocosos la fosfina pueda tener un origen químico diferente al de la Tierra.

Venus tiene un manto tan denso que ha creado un efecto de invernadero extremo, cocinando el suelo de ese mundo con 462 grados celsius y haciendo que pararse sobre su superficie sea equivalente a estar sumergido bajo un kilómetro de agua.

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