El clima, el “conjunto de circunstancias del tiempo atmosférico”, está deteriorado principalmente por “la acumulación de gases de efecto invernadero, sobre todo CO2, y eso tiene una correlación estadística con el aumento de la temperatura media global”, según ha dicho el portavoz de Greenpeace, Pedro Zorrilla, para conmemorar el Día Mundial del Clima.
Naciones Unidas declaró en 1992 este Día Mundial que se celebra cada 26 de marzo, con el objetivo de “generar conciencia y sensibilizar a las personas sobre el impacto del cambio climático”.
Actualmente, el planeta se ha calentado 1,1ºC, pero “si no se actúa de verdad” en 2030 se sobrepasará el grado y medio, un nivel que sería la “destrucción total” de La Tierra.
Las consecuencias del aumento de la temperatura ya son “evidentes”: “Este año la cosecha de aceituna ha sido la mitad que el anterior, los veranos duran cinco semanas más que en los años 80 y cada vez son más calurosos, y la encina -el árbol mediterráneo mejor adaptado a nuestro clima- también ha producido mucho menos fruto”.
En su opinión, entre las medidas a tomar figuran “apostar por las energías renovables, aislar mejor las viviendas, reducir el consumo de gasolina en el transporte y conseguir ciudades más compactas favoreciendo el transporte público”.
La ganadería es “otro sector clave” en el desafío climático, porque la sociedad española “consume más de lo que recomiendan las autoridades ambientales y sanitarias: aconsejan tomar entre 250 y 300 gramos de carne roja a la semana”.
Sin embargo, ha apuntado que “tampoco hace falta dejar de comer carne radicalmente”, ya que animales como las cabras “actúan como bomberos” al reducir la carga vegetal y la cantidad de materia orgánica de los montes”, y así el combustible que tienen los incendios forestales es menor.
A su juicio, “disminuir las emisiones sirve para mejorar la salud, reducir la contaminación, dar ejemplo y meter presión a quienes no lo hacen”; y así lo ha hecho la Unión Europea, que “ha bajado el consumo del gas un 19 % este año”.
Desde WWF
El director de conservación de WWF España, Enrique Segovia, también asegura que la UE “tiene un papel muy clave que jugar en materia climática porque tiene los recursos y una responsabilidad mayor”.
Además de esta institución, “los ciudadanos, desde nuestras casas, desde nuestro trabajo y desde nuestras acciones cotidianas, podemos poner nuestro granito de arena” en el desafío climático.
Desde su punto de vista, “tenemos que acelerar”, pues contamos con “tecnología, información y recursos financieros”, pero “nos falta voluntad política y personal” para ponerlo en práctica.
Varias vías para conseguirlo son “dejar de quemar combustibles fósiles, cambiar los usos del suelo y restaurar la naturaleza para que sea fuerte y estable”.
Sin embargo, a Segovia le preocupa “especialmente el viento, un elemento presente haga frío o calor y al que hay que poner mucha atención”, pues “hace que los incendios forestales se expandan completamente y no se puedan controlar”: el viento agrava “mucho” los problemas climáticos.
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