Camerún defendió la decisión de permitir la tala de parte de un bosque que alberga gorilas y chimpancés de tierras bajas, luego de que grupos ambientalistas dijeron que el Gobierno podría haber firmado una sentencia de muerte para los primates en peligro de extinción.

En un decreto del 14 de julio, el Gobierno declaró casi la mitad del bosque Ebo como Unidad de Manejo Forestal, abriéndola para la tala, luego de años de esfuerzos de conservacionistas por garantizar la protección del bosque.

El bosque fue designado en 2006 como propuesta de Parque Nacional, pero el Gobierno nunca firmó el decreto. La tala es una gran industria en Camerún, que figura entre los mayores exportadores mundiales de madera tropical por volumen, dijo el Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo en un informe el año pasado.

Si bien la mayor parte de la madera históricamente se destinaba a Europa, el aumento de la inversión china en proyectos de infraestructura, muchos de ellos en áreas forestales, significa que China es ahora el mayor comprador de Camerún.

La biodiversidad del bosque Ebo, de 141.706 hectáreas, es rica, tiene elefantes, loros grises y una población única de chimpancés. Tanto World Wildlife Foundation como Wildlife Conservation Society lo han utilizado para investigación, y su población de gorilas solo fue descubierta en 2002. El bosque contiene un estimado de 35 millones de toneladas de carbono.

La población local se opuso al plan del Gobierno de habilitar el bosque para la tala, citando la propiedad ancestral y tildándolo de acaparamiento de tierras, pero el Gobierno decidió no seguir prolongando la disputa sobre la protección del bosque.

Camerún tiene suficientes áreas protegidas y el decreto no significa que todos los árboles serán talados, según afirma el Gobierno, que argumenta que las Naciones Unidas obligan a los países a mantener al menos 12% de su territorio nacional como áreas protegidas y Camerún ya está en 30%.

Si bien todos los tipos de chimpancés están clasificados en peligro de extinción, la subespecie de chimpancés de Nigeria-Camerún se considera la más amenazada, ya que solo quedan entre 3.500 y 9.000 de estos animales en la naturaleza. Unos 700 viven en el bosque Ebo.

Greenpeace dijo en un comunicado que el decreto ignora descaradamente las solicitudes de las comunidades locales y las organizaciones internacionales de honrar la decisión de 2006.

La información obtenida por Greenpeace África sugiere que una empresa controlada por las mismas personas que están asociadas con una nueva empresa de palma aceitera en una región diferente podría beneficiarse de esta concesión forestal, dijo el comunicado.

«El Gobierno de Camerún opta nuevamente por ganancias financieras a corto plazo para élites seleccionadas sobre los intereses a largo plazo de las comunidades locales y la protección del medio ambiente», dijo Sylvie Djacbou, activista de Greenpeace.

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