El Ejército Nacional, las administraciones municipales, la Electrificadora de Santander, el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, la Federación Nacional de Avicultores y los centros comerciales, entre otras entidades, aceptaron el reto de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) y se convirtieron en los aliados que la entidad necesitaba para cumplir con meta de 97 mil árboles sembrados.
«Con la amenaza de la pandemia, el compromiso fue mayor, pero no inferior al reto trazado. Y sin lugar a dudas ‘Sembrar Nos Une’ superó las expectativas. A hoy, ya son más de 97 mil árboles los que hemos sembrado. 97 mil árboles que ya
comenzaron a crecer para entregarnos oxígeno, además de purificar el aire, combatir el efecto invernadero, prevenir la erosión del suelo, disminuir la contaminación acústica y servir de hogar para muchas especies, entre muchos otros beneficios que nos ofrecen», manifestó el director de la CDMB, Juan Carlos Reyes Nova.
Angelino, Cahoba, Dividivi, Gualanday, Guásimo, Guayacán y Matarratón, son algunas de las especies nativas que se han sembrado en varias jornadas, para reverdecer y restaurar los ecosistemas.
«Si bien, no podíamos tener eventos masivos, ni actos presenciales, ni siembras donde pudiéramos contar con un número indeterminado de personas, si acudimos entidades estatales y afortunadamente encontramos un gran respaldo, con aportes en plantas, abono y mano de obra. Por ejemplo, la ESSA nos hizo un aporte de 20 mil árboles, los centros comerciales nos allegaron 10 mil y el acueducto otros 10 mil, entre muchos otros aportes», agregó el subdirector de Gestión Integral de la
Oferta Ambiental, Cristian Reyes.
A estas plantas también se sumó gran parte del material vegetal que reposa en los tres viveros de la CDMB: Nazareth, avenida La Rosita y El Rasgón.
¡Los héroes sí existen!
Bajo los fuertes rayos del sol, con pala en mano, paladraga, pica y barras, los soldados se han puesto la ‘camiseta’ para darle vida a estos 97 mil nuevos colosos de la tierra. Su apoyo en los procesos de ahoyado, abonado y siembra ha sido
fundamental para cumplir con las jornadas ambientales.
«El Ejército Nacional se convirtió en nuestra mano derecha. Agradecemos infinitamente a los soldados por trabajar con tanto vigor», destacó el Director de la CDMB.
Adoptarlos, la clave.
Al proceso de siembra se suma la responsabilidad que todos los actores adquieren con el cuidado y mantenimiento de los árboles, durante los primeros tres años. Para su correcto crecimiento y desarrollo, la vegetación requiere inicialmente un seguimiento trimestral y luego trimestral.
«Es decir, se debe vigilar el estado fitosanitario de las plantas así como el desarrollo de las mismas. El mantenimiento básicamente consiste en acercarse a los sitios de las siembras y mirar si por ejemplo hace falta abono, si hay que cambiar algunas de las plantas o si hay que hacer una fumigación especial por alguna situación que se presente. Podemos decir que esto es una adopción natural para que el ejercicio tenga una realización efectiva», agregó funcionario.
Finalmente el director de la Corporación expresó que, las jornadas de siembras continuarán, como parte de un compromiso ambiental con la grandeza natural del territorio y la restauración de los ecosistemas.
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