El Ministerio de Ambiente de Ecuador presentó la campaña “¡Alto! El tráfico de la vida silvestre es un delito”, que busca combatir la venta ilegal de especies naturales y cuyo comercio puede afectar gravemente la biodiversidad en el país.

“Si te llevas uno, no quedará ninguno”, es el lema de la campaña que pretende sensibilizar a la ciudadanía sobre el tráfico ilegal de vida silvestre y sus implicaciones legales, indicó el Ministerio en un comunicado en el que precisó que ha registrado un incremento de reportes sobre ese tipo de hechos desde el año 2017.

Loros, guacamayos, boas, tortuga terrestres y marinas, el caimán suramericano, variedades de monos y coatíes, entre otras, figuran entre las especies más traficadas en el país, al igual que variedades vegetales como orquídeas, bromelias y musgo.

El programa de conservación ha sido emprendido por el ministerio conjuntamente con la Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía (UPMA), el Sistema de Seguridad Ciudadana ECU-911, la Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador (Corape), y el consorcio de fundaciones ambientalistas extranjeras Wildlife Conservation Society (WCS).

Más de 6.000 especies afectadas
El ministro del Ambiente, Paulo Proaño, explicó que el tráfico de vida silvestre es un delito que ha afectado a más de 6.000 especies animales entre 2014 y 2020, y que, por ello, se ha trabajado en una “gestión integral” con guardias y personal técnico de los parques nacionales.

Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), el trafico de especies silvestres también afecta a la salud humana, ya que el 75 % de todas las enfermedades infecciosas emergentes en seres humanos son de origen animal.

“El tráfico de vida silvestre no es solo una amenaza para la biodiversidad y los ecosistemas, sino también para la salud pública, el desarrollo sostenible y la seguridad”; añadió Proaño en rueda de prensa.

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